Retos y oportunidades de la Economía Solidaria rural
El próximo 31 de agosto dos redes locales de la XES celebraremos un encuentro en Vallfogona de Ripollès para hablar de Economía Solidaria rural. Tiene sentido hablar de una ESS rural? ¿Qué oportunidades genera? Vallfogona es un pueblo pequeño, tiene menos de 250 habitantes, y es uno de los más de 300 micropueblos de Cataluña, aquellos con menos de 500 habitantes. Ante la lógica y la hegemonía urbana en nuestro mundo actual, estas realidades con sus problemas, retos y oportunidades quedan demasiado a menudo olvidadas. La diversidad rural no impide identificar unos problemas comunes: despoblamiento del territorio, falta de recursos públicos, generar empleo, movilidad y un importante envejecimiento de la población.
Quizás hay que empezar por una definición: para entornos rurales entendemos toda área geográfica donde conviven los ecosistemas de bosque con los prados, campos y cultivos, junto con diferentes núcleos urbanos de tamaños variables pero separados por naturaleza (silvestre o gestionada por los humanos). En términos sociales, los entornos rurales son aquellos que representan un mosaico de diversidad entre pueblos y costumbres, una sociedad que ha vivido de la relación con el entorno natural desde diferentes prismas (la ganadería, la gestión forestal, la agricultura, el turismo , etc.) y de una necesaria cooperación para sobrevivir.
Queremos ser propositivos y hacer que los principios de la Economía Solidaria sean una oportunidad de afrontar los retos del entorno rural ayudando a transformar nuestra actividad económica. Por eso necesitamos las buenas prácticas que están aflorando en los últimos años y también de las actividades tradicionales que, por otra parte, no siempre autorreconocen en los principios de la ESS pero muchas los practican.
Detectamos un montón de oportunidades en torno a la producción agroalimentaria: identificamos modelos de producción agroecológica, es decir, modos de producir alimentos de origen agrario y ganadero fieles, respetuosos e integrados en los ecosistemas
Detectamos un montón de oportunidades en torno a la producción agroalimentaria: identificamos modelos de producción agroecológica, es decir, modos de producir alimentos de origen agrario y ganadero fieles, respetuosos e integrados en los ecosistemas. Unos ecosistemas que necesitan los conocimientos más profundos, tanto de carácter tradicional y de la cultura popular, como de la comprensión científica del funcionamiento de la naturaleza, por parte de los humanos. Estos modos de producir representan la oportunidad de aumentar las personas que quieren dedicarse al sector primario; por el contrario, deberíamos decir que hasta ahora el sistema de producción agraria mercantilista sólo ha hecho que reducir la necesidad de personas y, por tanto las oportunidades laborales, y representa una de las causas de la despoblación rural.
Una mayor actividad agroecológica nos ofrece la oportunidad de revertir un consumo caprichoso, por un consumo mucho más consciente y cercano, así como todas las oportunidades de estar generando un entorno mucho más resiliente ante la emergencia climática. En este sentido también hablamos de conceptos como agricultura regenerativa y permacultura, como herramientas que afloran para transformar estos retos en oportunidades. Necesitamos buscar una soberanía alimentaria que a la vez nos permita cuidar nuestro entorno, hablamos poco de una consecuencia del abandono como es el crecimiento de los bosques y necesitamos una gestión forestal sostenible.
En Cataluña, más del 65% del territorio son bosques. Una parte importante de estos son de baja calidad y continúan creciendo día a día debido a la despoblación. El abandono de las actividades agrarias tradicionales no tiene solución desde la óptica productivista. En cambio, para gestionar nuestro territorio y prevenir incendios cada vez más grandes, la ESS nos da herramientas y alternativas: restaurar las masías abandonadas, limpiar campos a sus alrededores, arreglar caminos, limpiar sotobosques, recuperar campos y terrenos de pastos, ayudando al tiempo que las especies autóctonas se recuperen en nuestros bosques.
A escala social, tenemos una de las mejores oportunidades para poner los cuidados en el centro de todas nuestras actividades. Nos encontramos en un momento histórico de conciencia colectiva que nos permite replantear los paradigmas sobre los que se ha construido el actual modelo extractivo y utilitarista. Estamos hablando de reconstruir nuestras sociedades desde la perspectiva feminista, de hacer de las tareas reproductivas las protagonistas de nuestras decisiones, y haciendo valer todo lo que ha sustentado la vida. Aquí la oportunidad ensancha cuando evidenciamos el vínculo antiguo rural entre la reproducción y la cohesión social. Queremos recuperar los valores de proximidad y cuidado de los comunes que caracterizaban, en un pasado no tan lejano, las relaciones en la sociedad rural.
Desde la ruralidad, tenemos la oportunidad de participar en un nuevo modelo educativo y hacer sentir parte de este todo a los niños, acercándolos a la naturaleza, explicando la relación que aquí hemos tenido desde siempre y que se ha perdido en las ciudades. En este sentido podemos hablar de algunas escuelas libres y cooperativas que eligen la ruralidad como emplazamiento para desarrollar su actividad, así como el potencial de las escuelas y guarderías rurales que pueden garantizar la continuidad de la vida de muchos pueblos pequeños.
Para afrontar el envejecimiento y la despoblación tenemos que trabajar con nuevos modelos de cooperativas mixtas de trabajo y de consumo que permitan romper la lógica del servicio a la usuaria para compartir visiones de futuro. La vivienda cooperativo genera nuevos modelos de convivencia en edades maduras, como el cohabitatge senior, que pueden dar una respuesta colectiva para hacer frente a la soledad y el aislamiento y pueden crear servicios a las personas que sean sostenibles. También vemos oportunidades en la transición energética, en el contexto rural tenemos la oportunidad y el espacio de replantearnos el consumo, la producción y distribución de energía renovable de una manera diferente del modelo de las smart cities, también de incluir la gestión forestal y sobre todo el autoconsumo.
No olvidemos la necesidad que tenemos desde los entornos rurales de crear redes de solidaridad entre todas las iniciativas y asociaciones, desde Micropueblos a la XES. Por todo ello, desde las redes locales XES del Ripollès y la Garrotxa os invitamos a compartir con todas las protagonistas de la Economía Solidaria un día de encuentro, el FESS Rural el 31 de agosto en Vallfogona de Ripollès.
Queremos celebrar, intercooperar y enredarse seleccionados. Será Rural, será Solidaria y totalmente imperdible !!
Ricard Villanueva, Gaspar Tarrida y Jaume Cuní, miembros de la XES Ripollès
Artículo publicado originalmente en La Directa, en fecha 23 de julio de 2019.